Cerramos la segunda década del siglo XXI y nos encontramos ante una creciente capacidad de crear y encontrar información en la red, pero ¿cuáles son los riegos a los que se enfrentarán las empresas de México este 2020?
Desde una Pyme hasta una gran empresa se enfrentarán con un creciente temor ante la inestabilidad económica y social que sufre nuestro país, pero aunado a esto hay retos en el área digital que harán que las empresas tengan mayores problemas o que sean exitosas ante estos tiempos de incertidumbre.
El primer reto al que se enfrentaran las empresas es la ciberseguridad, como empresarios deben estar seguros de que nuestra información personal, empresarial, financiera y legal estén bien protegidas. La manera más fácil de que un externo nos haga daño es teniendo información sensible personal o de la empresa y van casos desde suplantación de identidad de correo electrónico hasta fraude financiero por no contar con la protección adecuada de la información de acceso a las bancas en línea o de las contraseñas personales.
La manera más común para atacar a una empresa es mediante su correo electrónico. Si el empresario aún sigue utilizando su correo de Hotmail o Yahoo no solo se ve poco profesional, sino que está en peligro de recibir SPAM, intentos de suplantación de identidad (Phishing) o la ya famosa encriptación de su información.
Esto puede prevenirse utilizando un dominio empresarial, utilizando tecnología de las grandes marcas como Google u Office 365, estas plataformas te darán una dirección de correo electrónico empresarial y le darán seguridad a tu información.
El segundo reto al que nos enfrentaremos será digitalización de pagos, este término es un tabú para muchos empresarios porque básicamente es fiscalizar los ingresos que antes recibían en efectivo; pero el hecho de no implementarlo nos orilla a ser rezagados en nuestros negocios ya que cada día es más frecuente la utilización de tarjetas de crédito o débito como forma de pago.
Si tu negocio no cuenta con una terminal bancaria hay varias opciones que puedes utilizar como: iZeattle, Clip, Señor Pago, las mismas apps de los bancos o la nueva herramienta de cobro digital (CoDi).
CoDi es una plataforma que acaba de lanzar el Banco de México en la cual puedes enviar y recibir pagos desde una cuenta bancaria física o empresarial, las 24 horas del día, días festivos y sin cobrar comisión bancaria, esta es una excelente opción para comenzar la nueva manera de hacer negocios ya que ofrece 0% de comisión los primeros 3 años de vida y ofrece transferir hasta $8, 000 pesos.
El tercer gran reto será el Internet del Todo, ya no solo será el internet de las cosas, sino que estamos sumergidos en la necesidad de utilizar internet para todo, desde automatizar las actividades diarias en la casa u oficina hasta poder conectar maquinaria a internet, hacer que se comuniquen entre sí y dar datos de operación en la industria.
Esta creciente necesidad está haciendo que las nuevas generaciones cambien sus paradigmas de aprendizaje, aprendan a discernir que información es verídica y cuál es más provechosa para su día a día. Incluso esta necesidad de crear información nos ha llevado a que en los últimos 100 años se haya producido más información que en toda la historia del hombre.
El problema es que actualmente no es accesible para todos, en la mayoría de los casos es costoso y confuso y las empresas que no estemos invirtiendo en este tipo de tecnologías estamos dejando pasar oportunidades de crecimiento tecnológico que a la larga se verá reflejado en una contracción de visibilidad y oportunidades de crecimiento.
Se podrá comenzar con pasos sencillos, automatizar el seguimiento a los clientes con un customer relationship management (CRM), llevar el control de inventario con un sistema, o lo más arcaico como aprender a realizar una transferencia electrónica y olvidarse de los cheques y las operaciones en ventanilla de los bancos.
Sin duda existen más retos digitales que los empresarios afrontarán en este 2020, pero podemos comenzar realizando pequeños esfuerzos para modernizarse y no quedarse en el olvido tecnológico.