Un abogado con causa y convicción

En un sistema legal frecuentemente caracterizado por su formalidad y rigidez, el abogado chihuahuense Carlos Fabela ha enfocado su ejercicio profesional en la promoción de una justicia accesible y sensible al contexto social.

“Desde joven entendí que el Derecho puede ser una herramienta para proteger a los más vulnerables.”

Egresado de la Universidad Regional del Norte, ha desarrollado su trayectoria en el ámbito del derecho familiar, administrativo y fiscal, tanto en el litigio como en el servicio público. Su experiencia refleja una orientación constante hacia la defensa de derechos humanos y el fortalecimiento institucional.

Su inspiración nació en la juventud, al descubrir que el Derecho no solo ordena, sino también protege. Enfrentar la burocracia, la despersonalización de los procesos y la lentitud del sistema judicial han sido sus principales retos, pero no han mermado su convicción: cada persona merece ser escuchada y comprendida. Para él, aplicar la ley no basta; es necesario interpretarla con empatía.

Consciente del momento de transformación que vive el sistema judicial en Chihuahua —particularmente con la participación ciudadana en la elección de jueces y magistrados— lanza un llamado claro: que la sociedad se informe, participe y exija. Porque una justicia más justa comienza desde la ciudadanía.

Si pudiera cambiar algo, sería la rigidez del proceso legal. Sueña con un sistema más ágil y cercano, especialmente en lo familiar, donde el dolor humano requiere respuestas sensibles. Su motor: su familia, sus hijos, y la certeza de que cada sentencia justa puede cambiar vidas.

En los próximos diez años, prevé una justicia más digital, pero advierte: la tecnología nunca debe reemplazar la calidez del acompañamiento humano. Porque al final, la verdadera justicia no se mide solo en resoluciones, sino en la dignidad con que tratamos a quienes acuden a ella. ¿Y qué mejor brújula que la empatía para no perder el rumbo?