Existe una reciente preocupación por el consumidor a la hora de adquirir un vino buscar su contenido de sulfitos ya sea porque ha escuchado que son dañinos, causan migraña, algún problema a la salud o por sensibilidad y cuestiones alérgicas.
Los sulfitos en el vino se han mitificado y la gente les tiene miedo, pero realmente ¿qué son los sulfitos?, ¿dónde los podemos encontrar? y ¿cuál es el impacto que tienen en la salud?
Son compuestos utilizado muy frecuentemente en la industria alimentaria ya que son un excelente antioxidante y antimicrobiano el cual permite alargar la vida de un producto y evitar el desarrollo de microorganismos que dañen el producto o la salud del humano. Actualmente es la mejor opción encontrada para poder proteger los alimentos.
Te comparto una lista de productos en los cuales puedes encontrar sulfitos, pero debido a la legislación a la que están sujetos en ocasiones no es necesario mencionar que lo contienen por su contenido:
- Embutidos
- Quesos
- Sopas enlatadas
- Frutas deshidratadas
- Frutos secos
- Galletas, pasteles, etc.
- Mermeladas
- Refrescos
- Dulces
- Comida enlatada
- Puré de papa instantáneo
- Sopas deshidratadas
En la industria vitivinícola se tiene estandarizado dependiendo del estilo de vino los rangos aceptables a ser utilizados para conservar el vino y no dañar la salud del consumidor. Estos parámetros van desde 5mg/l para vinos tintos secos hasta 50ml/l para vinos dulces con mucha azúcar residual.
Es importante saber que todo vino contendrá una pequeña cantidad de sulfitos ya sea añadida o bien si no se añade como en los vinos orgánicos y naturales, también podremos encontrar un poco debido a que la misma levadura puede producir en cantidades muy pequeñas.