Servicio a la justicia con conocimiento y conciencia

Con más de 25 años en la administración pública, el Dr. Francisco Javier Acosta Molina no solo ha construido una trayectoria impecable, sino también una visión firme sobre lo que la justicia debe ser: transparente, eficaz y humana.

Desde sus inicios en la Secretaría de la Función Pública hasta su actual cargo como consejero de la Judicatura del Estado de Chihuahua, su camino ha estado marcado por la integridad, la disciplina y el compromiso con el servicio público.

Doctor en Administración Pública, con estudios en el Tec de Monterrey y autor de una obra publicada por Porrúa, Acosta Molina ha sido protagonista de casos que han marcado un precedente en la lucha contra la corrupción. Desde su primer expediente disciplinario — nada menos que relacionado con Genaro García Luna— hasta la histórica sanción del caso Melate, sus decisiones han sido contundentes: más de 2 mil servidores públicos sancionados bajo su liderazgo.

Formación académica:

• Licenciatura en Derecho – ITESM Campus Chihuahua.
• Maestría en Gestión Pública Aplicada – ITESM Cuernavaca.
• Doctorado en Administración Pública – IIDDE (Mención Honorífica).
• Autor del libro: “La fiscalización en México: propuesta de un modelo innovador”.

Trayectoria destacada:

• 17 años en la Administración Pública Federal (PGR, Pemex, SENER, Pronósticos).
• Coordinador Jurídico en la Auditoría Superior del Estado.
• Consejero Jurídico del Gobierno de Chihuahua.
• Consejero de la Judicatura del Poder Judicial.

Pero más allá de los titulares, su motor es personal: el legado de sus padres y el ejemplo que quiere dejar a sus hijas. “En México y Chihuahua se debe querer a las instituciones y se les debe respetar”, afirma con convicción. Para él, la justicia no es una abstracción legal, sino una herramienta viva que debe estar al servicio de la ciudadanía.

“El concepto de justicia lo aprendí desde mi casa, pues mis padres siempre me inculcaron valores relacionados con el amor de las instituciones de México, el amor a la administración pública, así como a la justicia”.

En un contexto donde el Poder Judicial demanda legitimidad y cercanía con la gente, Francisco Acosta se presenta como una figura sólida, experimentada y profundamente consciente de la responsabilidad que implica juzgar. A días de una elección judicial clave para Chihuahua, su trayectoria habla por sí sola: preparación, resultados y una ética inquebrantable.